El suelo bajo mis pies, hoy es tan incierto como el cielo sobre mi cabeza, no se sabe dónde empieza ni dónde acaba, ni a dónde lleva o si una vez allí se puede regresar. Nunca he sido muy amiga de lo incierto.
Jamás digo tanto la verdad como cuando dejo salir lo que pienso, pasa que si lo dejo allí dentro todo se vuelve confuso. Las palabras se enredan entre ellas y se encadenan a mis sentimientos, hasta que todo queda hecho un lío, tan oscuro y tan profundo que puede ahogar a cualquiera y aunque dejar todo salir tampoco es muy buena idea, tengo que hacerlo… o me ahogo.
Y tú que con tus idas y venidas no entiendes que yo me pare al medio y solo espere…mientras tú vas y vienes a mí alrededor. Seguirte es muy difícil, nunca se sabe que camino tomarás y esperarte no es más fácil, porque sé que en cualquier momento ya no vas a regresar. Sin embargo opto por esperar, porque mientras yo te pierdo, tú a mi sabes dónde encontrarme.
Si te miro a los ojos observo el silencio que tu boca se esfuerza en mantener, más los susurros de tu alma se escapan a través de tu mirada y son mal interpretados por mi corazón insensato que insiste en amarte. Yo sigo sin entender porqué esta idea puede dominarme, cuando sé muy bien que amarte es una locura, tan inevitable como hermosa... pero locura al fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario